Aragón Origins I: Reino de Sobrarbe

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Castellano


¡Señor! Nos que somos tanto como vos,

pero juntos más que vos,

os hacemos principal entre los iguales,

con tal que guardéis nuestros Fueros y Libertades,

y si no, no!

Juramento de los míticos Fueros de Sobrarbe

La historia del Reino de Sobrarbe es más que interesante, principalmente porque hasta la fecha se atribuye plena fantasía al relato. El primero en hablarnos sobre el Reino de Sobrarbe fue Gualberto Fabricio de Vagad en 1499, primer cronista del Reino nombrado por Fernando II el Católico.
Según su Crónica delos Reyes de Aragón, en el año 724, donde hoy está el Monasterio de San Juan de la Peña, crearon un ejercito para luchar contra el invasor islámico, los cuales ya habían ocupado Jaca (principal ciudad de la región), por lo que optaron por tomar Ainsa. Para ello, eligieron al dirigente Garcia Ximénez al frente del contingente cristiano, cunado el ejercito musulmán regresó, se hallaban en inferioridad numérica con una relación de 1 a 4 contra el enemigo, por lo que la caída de la ciudad en manos cristianas estaba sentenciada.

Arbol de Sobrarbe.

Entonces apareció una roja cruz iluminada sobre una encina, interpretándose como una señal de Dios, vigorizando a las tropas consiguiendo hacer huir al invasor. Según el juramento hecho, Garci Ximénez fundaría allí una ermita dedicada a San Juan Bautista, la cual daría lugar al precioso Monasterio de San Juan de la Peña.

Así pues, el reino fundado en Ainsa se llamó Sobrarbe (Sobre arbre/sobre arbol). A día de hoy Ainsa es un maravilloso pueblo medieval capital de la comarca oscense de Sobrarbe.

El escudo de armas de Sobrarbe queda comprendido por el hecho explicado durante la batalla y forma parte del primer cuartel del escudo de Aragón a día de hoy, siendo muy curiosa su progresión y su aceptación por parte del pueblo.

Debemos tener en cuenta que este símbolo aparece en 1499, fundamentado por el historiador del Reino, Vagad. El siguiente cronista del Reino será el famoso por su rigurosidad Jerónimo Zurita, siendo este, adelantado a su época, estricto en la constatación de los hechos por encima de la fábula y la leyenda, por lo que Jerónimo Zurita se declaró «en contra» de mantener el árbol de Sobrarbe en el escudo de Aragón.

🌳Asentando un símbolo🌳

No obstante, por tal de contextualizarnos en el tiempo, estamos en pleno siglo XVI, en el que el Reino de Aragón es un cultivo de resentimiento hacía la Corona, cada vez más sedentaria en Madrid (Felipe II el Prudente), sin convocar Cortes en Aragón, y faltando el respeto a los propios fueros del Reino (véase el contrafuero del Pleito del Virrey extranjero), además, parte de la nobleza aragonesa se había visto increpada por su papel en la guerra de Ribagorza, en la que auspició (el rey), para que dicho condado pase a dominio real. Todo ello (y más), culminó en 1591 con la Rebelión de Aragón que se desató tras el caso de Antonio Pérez. La represión fue brutal, el ejercito del Rey entró en Aragón (contrafuero) y degolló al mismismo Justicia de Aragón, Juan de Lanuza «el Joven», además de a los cabecillas rebeldes.

Este párrafo anterior es necesario para comprender porqué después de estos hechos, los aragoneses adquirieron el Árbol de Sobrarbe como gran estandarte de sus ancestrales fueros en defensa de la superposición de la ley al rey.

Fue entonces Jerónimo Blancas, cronista del Reino, sucesor del rigoroso Zurita, quien promovió nuevamente la figura del Árbol de Sobrarbe, ampliando además la información sobre los míticos Fueros de Sobrarbe como base ancestral de dicho pensamiento en pro del cumplimiento de la ley.

Variantes del Escudo de Aragón con y sin el Árbol de Sobrarbe

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