Antonio Pérez fue sin duda uno de los personajes más épicos que la historia conoce, el transcurso de su vida podría inspirar infinitas películas y series como para llenar toda una sección de intriga, suspense, histórico, acción e incluso drama, y lo más importante, la sección de ficción quedaría vacía, porque no es necesaría en tal vida.

Su personaje se presenta como el que fue durante una década, Secretario de la Monarquia Universal, (o Primer Ministro, hoy en día) de Felipe II el Rey Prudente. Demostradamente cultivado, ávido, resolutivo, perspicaz, habilidoso, y en contraposición a su Majestad, imprudente.

A un pueblo candente, solo le faltaba un líder como Antonio

Antonio Pérez escapa de la prisión en Castilla el XX XXX XXXX, (recordamos aquí los motivos), y se pone dirección al vecino Reino de Aragón. Pues acogiendose a sus origenes aragoneses, y al fuero propio de esta tierra, tendría Antonio un nuevo halo de protección.

Además dicho Reino empezaba a estar resentido de la sobredosis del poder Real, siendo además Felipe II el rey más sedentarío recluido en El Escorial (lo cual le daba una imagen centralista), a diferencia de sus antepasados, habitualmente itinerantes por los diferentes territorios. Ese resentimiento quedaría estandarizado en la frase «Las cosas de Aragón, se solucionan en Aragón»

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